IMPACTO AMBIENTAL DE LOS PLOMOS Y LÍNEAS DE PESCA ABANDONADAS
Tal como puede verse en nuestro vídeo la cantidad de piezas de plomo procedentes de la pesca recreativa que se acumulan en los fondos rocosos es muy alta. Es habitual que se enganchen, se rompa el hilo de pescar y acaben perdiéndose. Con el tiempo empezará un proceso lento de disolución y de pérdida de material debido al roce con las rocas y con los organismos que están incrustados al fondo.
Plomos recuperados durante una inmersión en unas rocas próximas a la costa |
Número de licencias de pesca
A la cantidad de plomos que se
pierden en los lances de pesca se le presta muy poca atención y, por tanto, se
tienen muy pocos datos. Es de suponer que es muy elevada si se tiene en cuenta
el número de licencias de pesca marítima recreativa que se expiden anualmente. Como ejemplo basta considerar que en Baleares son más de 50.000 y en la
Comunidad Valenciana superan las 40.000, y estos datos son extrapolables a
todas las Comunidades Autónomas del litoral. A estas cifras hay que añadir los
aficionados que pescan sin obtener la correspondiente autorización.
Plomos de pesca
Los plomos que se utilizan para
pescar tienen medidas, pesos y formas muy variadas. Algunos tienen solo unos
pocos gramos de peso mientras que hay otros que llegan a los 5 kgs. El abanico
es muy amplio. Para darse cuenta de ello tan solo hace falta ojear cualquier
web o catálogo de productos de pesca deportiva.
Disolución de plomo en el agua de mar
El proceso de disolución del
plomo en agua de mar es lento. Se han
estudiado poco los procesos de la disolución de estas piezas de plomo y el tiempo
que tardan en degradarse. Pero lo que sí está claro es que este metal pesado causa
grandes problemas toxicológicos al ser asimilado por los organismos vivos.
Las líneas abandonadas
Además del problema de los plomos abandonados también se da el de los hilos de pesca abandonados. Con frecuencia ocurre que se enganchan y se rompen las líneas de pesca con lo que además del plomo y los anzuelos un fragmento de sedal, a veces bastante largo, queda sujeto al fondo por uno de sus extremos. Estos trozos de hilo suelen moverse por acción del oleaje y de las corrientes marinas con lo que fácilmente se enganchan a los frágiles organismos bentónicos. Esto ocurre con las gorgonias, briozoos, corales o esponjas, entre otros. Las consecuencias de ésto son predecibles: animales se fragmentan y, muchas veces, acaban muriéndose.
Buceador retirando un fragmento de sedal enganchado al fondo. |
Impacto del plomo y de otros metales pesados
Junto con el mercurio y el cadmio
el plomo está entre los elementos químicos más peligrosos y que causan graves
daños a los organismos marinos, sobre todo a los que viven en el sedimento.
Además son bioacumulativos lo que significa que los tejidos corporales de
algunos organismos filtradores o de los peces que están al final de la cadena
trófica pueden tener concentraciones muy altas de estos metales pesados.
Desde hace tiempo las actividades
humanas hacen que las cantidades de mercurio, cadmio y plomo vayan aumentando, sobre
todo alrededor de puertos y de grandes zonas urbanas. Una muestra de la peligrosidad
que el plomo tiene para la salud humana y para el medio ambiente es que este
metal se está retirando de una gran cantidad de productos que se utilizan a
diario, como es el caso de las pinturas, de los combustibles y hasta de las
instalaciones domésticas de agua que ya no se hacen con tubos de plomo.
Actualmente algunos fabricantes
están haciendo plomos con las formas adecuadas para minimizar las posibilidades
de que se pierdan durante los lances de pesca aunque, lo más acertado, es
substituir el plomo por otros materiales inocuos.
Recomendaciones:
Es muy interesante la lectura y puesta en práctica del contenido de los siguientes textos:
Pesca recreativa responsable, de la FAO
Guía de buenas prácticas en la costa, del Cabildo de Fuerteventura.
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